Los famosos 10 mandamientos de Dios también son conocidos como el Decálogo. Ya que conforman un conjunto de leyes importantes dentro de los textos cristianos y del judaísmo. Y que igualmente sirven como principios del comportamiento de los creyentes.
Dichos comportamientos entonces, son fundamentales para mantener los valores morales de los fieles. Por otro lado, estos mandamientos tienen un contexto histórico bastante interesante, que podemos definir brevemente.
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Los 10 mandamientos de La Biblia
Puesto que fueron escritas por el mismo Dios y entregadas a Moisés, como se puede leer en el Antiguo Testamento. De esta manera, a continuación, veremos el significado de estos mandamientos, la verdadera palabra de Dios.
1. Amarás a Dios sobre todas las cosas
Con este mandamiento también podemos hacer referencia a que el verdadero creyente sólo tendrá un sólo Dios. De esta manera, se le amará sobre cualquier otro tipo de cosas y otros que se hagan llamar dioses.
Puesto que Él es el único creador y salvador. El único al cual debemos adorar y alabar. Más allá de cualquier cosa material u otros símbolos espirituales. De igual manera, es el único al cual debemos dedicar nuestro tiempo y recursos.
En otras palabras, todo lo que se haga, debe seguir las reglas y camino que ha plasmado Dios para nosotros. Porque es la única forma hacerle saber nuestro obedecimiento y apareció ante Él.
2. No tomarás el nombre de Dios en vano
Esto quiere decir que no debemos emplear el nombre de Dios para hacer juramentos o para blasfemar sin ningún tipo de compromiso. Porque se trata del nombre más sagrado de todos, por ende, debe ser únicamente venerado.
Y, por supuesto, respetado. Es por ello que tampoco debe usarse el nombre de Dios para nombrar o adorar a otras figuras espirituales falsas. Porque eso también podría considerarse como una ofensa al único Dios verdadero.
Puesto que el Señor es único, no debemos anteponer cualquier otro pensamiento en nuestra mente. Y nuestra boca no debe pronunciar su sagrado nombre en vano, en ningún tipo de circunstancia.
3. Santificarás las fiestas
En este caso, este mandamiento se refiere a los días festivos que tienen una temática cristiana. Es decir, aquellos que tienen la finalidad de celebrar la relación cristiana. En pocas palabras, los días sábados y domingos.
Los cuales son los días que deben ser dedicados al descanso, además de rendir culto a Dios. Puesto que el Señor no sólo designó un día de descanso para Él en el momento de la creación.
Sino que se trató de un día en el cual todos sus hijos puedan restituir su salud física y espiritual, con un día en el cual no se tenga que laborar. Sino dedicarse enteramente a restablecer la relación con Dios.
4. Honrarás a tu padre y a tu madre
Este es el mandamiento preciso con el cual comenzamos a regular nuestro comportamiento con los demás, según la voluntad de Dios. Puesto que nuestros padres son las primeras personas con los cuales entramos en contacto.
Y más aún, en los primeros momentos de nuestras vidas, dependemos totalmente de ellos. Por ende, debemos brindar respeto y honrar a nuestros padres. Ya que representan a la figura más cercana a Dios que conocemos desde niños.
Por lo tanto, es una manera de honrar y alabar a Dios el hacerlo desde el respeto y cariño hacia los padres propios.
5. No matarás
La vida que nos ha dado Dios es sagrada desde el momento de la concepción. Por lo tanto, el acabar con la vida de alguien más en un acto que atenta en contra del Señor, desde cualquier perspectiva que se vea.
Porque Dios espera que tengamos alegrías y abundancias, siguiendo su camino, en la vida terrenal que nos brindó. De esta manera, el asesinato es opuesto a lo designado por el Señor.
Ya que no se trata de simplemente terminar con la vida de otra persona, sino que resulta en una forma de insulto hacia Dios. Cuyo castigo no es nada más ni nada menos que quedar atrapado en el infierno en vez de acudir a los cielos.
6. No cometerás actos impuros
En este caso, podemos hablar de un sinfín de actos que se consideran como impuros, a los ojos de Dios. Por lo tanto, se mencionan como los principales aquellas actitudes lujuriosas y el adulterio.
En sí, se trata de la evitación de actos cuestionables que tengan que ver con relaciones sexuales que no estén bajo los designios del Señor. Pero principalmente se hace énfasis en el adulterio.
Como un acto que atenta totalmente a la institución sagrada del matrimonio. Que es una de las creaciones de Dios realizadas en base a su amor.
7. No robarás
Aquí tenemos que hacer un paréntesis, porque se puede robar a las personas, además de despojarlos de sus propiedades. Por ejemplo, se habla también del engaño, las promesas sin bases.
Además de hechos como brindar un pago injusto por algún servicio que se ha realizado. Es decir, cualquier cosa que se haga con intención de despreciar lo que posee o lo que ofrece el prójimo. Siendo un total atentado a su integridad.
Por ello, es que se debe buscar obrar de manera justa. Siempre conociendo el valor de lo que los demás poseen y tienen para dar al mundo.
8. No darás falsos testimonios ni mentirás
La mentira es uno de los actos prohibidos de Dios. Porque siempre acabará por hacernos daño. Es por ello que, en sus sagradas leyes, el Señor quiere que las evitemos totalmente.
También para que seamos más honestos, que procuremos buscar justicia y la verdad absoluta de todo. Y este mandamiento habla sobre cualquier tipo de mentiras, ya sea aquellas que se emplean para no herir a otra persona.
Por lo tanto, el hecho de ser un buen cristiano implica el siempre hablar con la verdad. Y él nunca emplear las calumnias para tratar a los demás.
9. No consentirás pensamientos ni deseos impuros
Un mandamiento un poco similar a uno que ya hemos visto. Pero en este caso no hablamos de las acciones como lo señala explícitamente el sexto mandamiento. Sino que nos referimos al pensamiento.
La mente humana también debe ser un reflejo de Dios, y el pensar en perversiones es una manera de corromper la idea que tenemos del Señor. De esta manera, nuestros pensamientos deben ser puros.
Porque, al final, nuestro comportamiento y acciones son un puro reflejo de lo que pensamos. Por ello, debemos procurar que ambos estén en total sintonía con lo que aspira el Señor de nosotros.
10. No codiciarás los bienes ajenos
Al igual que pasa con otros mandamientos, este también se relaciona con uno de los pecados capitales. Específicamente con la avaricia. Porque debemos estar conformes con las bendiciones que Dios nos brinda.
De tal manera que la codicia es algo que rompe totalmente con esta ley de Dios. Siendo uno de los mandamientos más importantes. Ya que se refiere al hecho de anhelar y ansiar aquello que le pertenece a otra persona.