¿Has tenido que tomar decisiones difíciles en tu vida? O tal vez no sepas cuál es tu propósito en la vida, y lo buscas desesperadamente para saber qué es lo que estás destinado a hacer. Pensamos en muchas cosas, como ser emprendedores, o disfrutar de la vida antes de que se nos acabe. No obstante, hay algo que todos los seres humanos tenemos como destino, y es amar. El Salmo 1 habla bien de esto, por lo que te recomendamos que sigas leyendo para saber qué es lo que debes saber al respecto de amar.
Índice de contenidos
Propósitos de una vida
Como la mencionamos, las personas nacemos en este mundo y nos preguntamos constantemente qué debemos hacer en él, y como es la vida que debemos llevar. Tener un propósito es, quizá, el deseo más profundo de cualquier ser humano, y alcanzarlo es una meta que muchos se ponen a sí mismos.
Sin embargo, ¿cuál es este propósito realmente? Porque está claro que tenemos uno, ¿entonces cuál sería? Debemos suponer que este no es el mismo para cada uno de nosotros, ya que todos tenemos metas y misiones personales diferentes entre nosotros. Es por ello que hay personas que se sienten realizadas con muy poco, y otras que siguen sus ambiciones y no es hasta estar en la máxima cima no se sienten bien.
Pero, ¿qué pasa con esos grandes empresarios o personajes que están en la cima y son infelices? Existen muchos casos de personas adineradas, que lo tienen todo, incluyendo familia y amigos, pero ellos mismos expresan que no son capaces de llenar en sí mismos. Esa necesidad se llama Dios, y déjanos explicarte por qué lo necesitas para darle sentido a tu vida.
Dios, Él da sentido a tu existencia
Como mencionamos, hay personas que aseguran que después de alcanzar el éxito que muchos anhelan, este no tiene ningún sentido. Y aunque psicólogos y filósofos han intentado responder la interrogante al propósito de la vida, no se han encontrado respuestas satisfactorias. Lo que muchos no saben es que hay una necesidad más profunda que llenar, y podemos encontrar la respuesta a esto en la Biblia.
La Biblia (en Isaías 43:10, Mateo 28: 19-20, Juan 15:1-17 y otros) expresa que los humanos tenemos un propósito común, que todos cargamos encima. Este propósito es el de conocer y disfrutar de Dios, ya que Él eligió crearnos para que así tuviésemos una relación con él (una comunión). De hecho, Jesús da instrucciones de como estar con él y obedecerlo, y de cómo debemos dar testimonio de él al mundo. Conocer y disfrutar de Dios es una razón universal para cada ser humano, y una vez que le conocemos es nuestro deber dar testimonio a otros para que puedan conocerlo y disfrutarlo.
Por otro lado, Dios tiene propósitos para cada uno de manera individual. Como ya dijimos, tenemos cosas ya preparadas para nosotros como la obediencia a Cristo, pero metas personales de Dios para nosotros existen también. Tenemos ejemplos de ello en la Biblia, personajes como Noé, José o Rut, a los que Dios les dio un propósito específico. Incluso en la iglesia, ya que esta trabaja como un cuerpo, y cada uno de nosotros tenemos una función, así como cada parte del cuerpo hace su parte.
Nuestro propósito personal y como se relaciona con el amor a Dios
¿Cómo encuentro este propósito personal? Respecto a los planes personales de Dios todo es muy variado. Para descubrirlos hay varias cosas que como cristiano puedes hacer, como test de personalidad, saber cuál es tu don espiritual Aunque la mejor herramienta que podemos usar es orar.
Esto está íntimamente relacionado con el amor a Dios. Las personas que sienten rencor, poca fe o desconfianza de Dios no obtendrán sus bendiciones, y por ende no se les revelará cuál es su verdadero propósito en la vida. Si oramos con fe, optimismo y amor a Dios, Él va a comunicarnos cuál es el motivo de nuestra existencia.
El Salmo 1 es precisamente esto, una forma de enseñarte todos los beneficios que amar a Dios sobre todas las cosas va a darte en tu vida, más allá de tu propósito.
Salmo 1, bendiciones que da amar a Dios
Si has querido cumplir una meta en tu vida, notarás que siempre hay algo que te impide hacerlo, y son las distracciones. En la vida diaria, nuestro objetivo es tener una excelente relación con Dios, ya que ese es nuestro principal propósito. No obstante, porque ese sea nuestro propósito no significa que dependa 100% de Dios que lo realicemos, también depende de nosotros, igual que con los propósitos personales.
En nuestro día a día, las distracciones que vemos para cumplir nuestras metas, se traducen, en este caso, a situaciones que nos invitan a caer en el pecado. En estas situaciones veremos que es muy fácil dejarnos llevar por estas, más al ver que la mayoría va por el mismo camino, no obstante, así como el dinero no le daba esa felicidad a los ricos, el pecado no te traerá felicidad.
Así como conseguiremos la felicidad cumpliendo nuestro propósito, el Salmo 1 lo que quiere decirnos es que una de las formas de conseguir la verdadera felicidad es cuando obedecemos a Dios y dejamos todo en sus manos. La Biblia nos enseña que la persona que ama y obedece las leyes de Dios es comparable a un árbol cuyo lugar en que está plantado es el ideal. Es un árbol que crecerá, se desarrollará, dará frutos y no se marchitará.
Si pasamos a convertir este árbol en nosotros, esto se traduce a que en nuestras vidas vamos a recibir frutos y bendiciones, todo gracias a la presencia de Dios. Si sumamos a esto el cumplimiento de nuestro propósito universal, amar a Dios, y emprendemos en la búsqueda de nuestro verdadero propósito personal por medio de las herramientas que mencionamos anteriormente, seremos capaces de alcanzar un nivel de felicidad, paz y satisfacción que pocos tienen.