Salmo 140: explicación del pasaje bíblico

¿Han hablado mal de ti? La calumnia es una acción pecaminosa cuyos motivos pueden ser bastante variados. Sin embargo, muchas veces estas logran su cometido. Algo que sí es seguro, es que muchas personas somos víctimas de las malas lenguas de otros. Además, a veces esto nos hace caer en lo más bajo a los ojos del mundo. ¿Qué es lo que debemos hacer al respecto? ¿Por qué pasa esto? ¿Habla la biblia de ello? ¿Qué opina Dios de la calumnia? Estas preguntas y más serán respondidas en este artículo, en el que también hablaremos sobre el salmo 140, que habla sobre este tema.

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La calumnia, ¿en qué consiste realmente?

La difamación y las mentiras son algo que van de la mano cuando se habla de la calumnia. Ésta es la acción de hacer declaraciones falsas para dañar la reputación de las personas. Es muy parecido a la difamación, que consiste en comunicar hechos falsos o reales para causarles deshonra. Ambos son considerados delitos en muchos países del mundo con condenas fuertes.

Lo primero que se le recomienda a las personas hacer en estos casos en que son acusados falsamente de acciones, deben presentar una respectiva denuncia a la persona calumniadora. Esta puede ser de forma oral o escrita. No obstante, aquí también entra Dios. De hecho, en el libro de la Biblia se habla numeradas veces acerca de la calumnia. Dios mismo opina sobre ella.

¿Qué opina Dios de las calumnias?

Dios tiene leyes y reglas, las cuales deberían seguirse al pie de la letra por todas y cada una de las personas en el mundo. Un ejemplo de estas reglas y normas que se deben seguir para andar por los pasos de Cristo y ser santos son los mandamientos.

Si nos fijamos muy bien, veremos que en el libro de Éxodo 2:16 está el octavo de los mandamientos de Dios. Este expresa claramente que no podrás hablar ni dar falsos testimonios sobre tu prójimo, y los falsos testimonios envuelven a la calumnia por tratarse de falsedades esparcidas de boca a boca. Dios ve la calumnia como mentir acerca de alguien con la intención de que a esa persona se le vea negativamente por parte de los otros.

Debido a que estamos hablando mentir de manera malintencionada, es algo que a Dios no le gusta. El Señor odia la mentira, ya que la falsedad es completamente contraria a su naturaleza como Dios, y por ende le es absolutamente repugnante. Y de esto no solo la calumnia, sino también el chisme, y la Sagrada Escritura les condena varias veces en algunos de sus pasajes (Corintios 12:20). ¿Por qué? Porque los chismes son la recopilación de los secretos de alguien que son pasados por las demás personas; por otro lado la calumnia pretende crear sus propios secretos y los esparce donde sea que pueda para hacer así más daño.

¿Qué dice la Biblia sobre la calumnia?

Ahora, conoces lo que Dios piensa y siente ante las falsedades y la difamación, pero, ¿qué dice su palabra en la biblia? Tanto en el nuevo como en el viejo testamento, si somos observadores, se hacen menciones a la calumnia, y es vista y puesta como una parte de nuestra antigua naturaleza pecaminosa.

En 2 Corintios capítulo 5 versículo 17 entendemos que cuando entregamos verdaderamente nuestro corazón a Cristo, y nos hacemos nuevos en él, la calumnia no tiene lugar alguno en nuestro corazón. Por otro lado, si leemos Romanos 12:1-2 podemos entender que nuestras palabras no deben estar dirigidas a otra cosa que no sea la gloria de Dios, al igual que nuestros cuerpos.

En el libro de Santiago 3:9-10 se nos explica que los hombres que tengamos a Jesús en nuestros corazones hemos de abstenernos de calumniar, y no podemos maldecir a los demás con ella. Si analizamos el capítulo 11 de Romanos vemos que la calumnia es una práctica pecaminosa que debe ser exterminada de nosotros si deseamos seguir los pasos Jesucristo.

¿Hay una forma de acabar con la Calumnia según Dios?

Claro. La calumnia es un acto deplorable, muy bajo de los seres humanos, y que puede llegar a corroerse y envenenarnos el alma. Se sabe bien que las personas que no son buenas ni justas a los ojos de Dios son condenadas por Éste, sufriendo las numerosas consecuencias. Todo ello, los chismes, las mentiras, son lo que resulta de tener unas raíces conformadas por la malicia, la ira, el enojo, la blasfemia y la misma traición.

¿Cuál es, entonces, la solución que tiene el Señor para que la calumnia se acabe? La respuesta es bastante sencilla, y podría resumirse en una sola palabra: amor. Lo que Dios propone para nosotros es amarnos a nosotros mismos. Esto ya que no vamos a calumniar a quienes más amamos, debido a que el amor solo desea lo mejor para las demás personas. Lo mejor incluye salvaguardar sus reputaciones, al igual que guardar la nuestra.

Esto es algo que tú puedes hacer, no obstante será cuando cada persona en el mundo se centre en obedecer las leyes de Dios, y amar como él lo ordena, que la calumnia dejará de tentarnos a cometerla.

¿Qué dice el Salmo 140 de la calumnia?

De esto va el versículo número 140. Precisamente de la calumnia. Podríamos interpretar a este salmo como una forma de súplica contra las calumnias. En él, podemos ver que el Rey David está sufriendo de difamaciones por parte de sus enemigos violentos. Podemos ver que los ataques hacia David llegan en forma de calumnias, y se da a entender que las palabras tienen una gran importancia en lo que refiere al bien y al mal.

No obstante, avanzando hacia la mitad del Salmo notamos que el salmista conoce que el poder de Dios es el único que puede acudir en su auxilio, y es solo Él quien puede guardarlo a él y nosotros de nuestros enemigos. Habla también que para tener esta salvación del Señor, se necesita tener una buena relación con él, cuyos detalles están ahí descritos. Te invitamos a que lo leas por ti mismo, y consigas una relación de confianza con Jehová.

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