Salmo 46: explicación del pasaje bíblico

¿Te has sentido solo, débil o indefenso en algún momento de tu vida? Tal vez hayas experimentado en algún punto que eres muy frágil, o que las adversidades van a poder contigo. Muchas personas hemos pasado por esos momentos en que sentimos que el mundo encima lo tenemos sobre la espalda y que nuestra alma y voluntad se encuentran tiradas en el piso. Sin embargo, no debemos olvidar que Dios está allí para ayudarnos siempre, y ser nuestro apoyo y amparo. Uno de los salmos que habla de esto es el 46, y nos gustaría compartirlo contigo.

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Momentos difíciles

¿Ha sido este último año 2020 muy duro contigo? O tal vez has pasado por malos momentos desde hace ya mucho tiempo. Sea cual sea tu caso, es innegable que muchas veces quisiéramos dormir para jamás despertar, aunque recordamos esos momentos que varias veces nos dieron aliento y que nos hacen agradecer cuando despertamos.

Los momentos difíciles estarán siempre en nuestras vidas, esparcidos a lo largo y ancho de ésta, y a veces parecen no terminar por más que nos esforcemos en hacer las cosas bien. A veces, lo único que necesitamos como personas es un descanso. Sin embargo, en un mundo que cada vez avanza más rápido resulta casi imposible detenerse. Estrés por la escuela o trabajo, pensar en el porvenir, ansiedad, depresión e ira llenan los corazones de muchos.

No obstante, en ocasiones olvidamos que hay alguien en quien seremos capaces de confiar siempre, y que sin importar las circunstancias no nos desamparará. Hablamos del Altísimo, de Dios, Nuestro Padre. Padre no es un título que se le da a cualquiera, y es porque Él está con nosotros en todo momento, cuidándonos. No obstante, hay que hacer ciertas cosas.

Protección de Dios, cómo alcanzarla

Dios nos cuida, sí, está claro. Pero esto no es así como así. Él es perfectamente consciente de lo que nos está pasando, sean cosas buenas o malas, y siempre sabe qué va a suceder, así como la reacción que tendrás ante ello. Sin embargo, Dios demanda algo que debes darle, y es atención.

Jehová es como un amigo, un padre, o un hermano. Debemos amarlo para que sea bueno con nosotros. La biblia está repleta de pistas las cuales podemos utilizar para saber cómo agradar a Dios. En concreto, el Salmo 34 habla de cómo Dios protege, escucha y bendice a quienes se esfuerzan por agradar.

El Señor no merece otra cosa de nosotros que no sea colocarlo en el lugar más alto en nuestro corazón. Dios va antes de cualquier otra cosa, y una forma de amarlo es orar. Podemos, también, nutrirnos de Él si leemos las Sagradas Escrituras, para así fortalecer nuestro espíritu y mejorar nuestra Fe. Si queremos cosas buenas en nuestra vida, lo primero que debemos hacer es esto.

¿Por qué han de pasar cosas malas a la gente buena y viceversa?

Al Dios ser un un ente omnisciente, omnipotente y omnipresente, muchos le regalan la responsabilidad y la culpa de las cosas malas que ocurren en el mundo, sobre todo a las que les ocurren a las personas buenas. Pero esto es falso. Dios es justo, es amoroso y misericordioso. Asimismo, Dios no incita a nadie a que haga el mal. ¿Por qué entonces?

Si leemos Eclesiastés 9:11, nos damos cuenta del porqué las personas sufren, y es porque los sucesos malos les pasan a todos el mundo, sin excepción. Por ejemplo, supongamos que un edificio en construcción se derrumba, mueren 30 personas. Podrías decir que Dios castigó a esas 30 personas sin importar nada. Pero la verdad es que no murieron porque eran malos o buenos, sino porque simplemente trabajaban en la construcción o estaban en los alrededores de la construcción al momento de ocurrir el desastre. Lo mismo ocurre con los terremotos o enfermedades, las cuales pueden afectar a cualquiera sin excepción.

Aunque Dios sabe lo que va a suceder por su habilidad de predecir, no usa su habilidad para predecirlo todo. Esto implica que este tipo de cosas ocurren por estar en el lugar equivocado en el momento inoportuno.

¿Quién es el culpable del sufrimiento y los males?

Algunos dirán que el hombre. Y sí, la Biblia explica que parte del mal proviene del ser humano, y esto debido a que cada uno es tentado a cometer sus actos por medio de sus deseos propios, estos deseos desembocan en el pecado, terminando en la muerte.

Asimismo, la humanidad, como se ha visto en la historia, ha cometido actos horrendos.
Entonces, ¿Dios podría intervenir? Sí, pero hay dos cuestiones. Dios nos creó a su imagen y semejanza, por lo que podemos fácilmente imitar todas sus cualidades. Por otro lado, nos dio la libertad de elegir qué es lo que deseamos hacer. Si nos obligará a hacer el bien nos estaría quitando la libertad que nos dio.

La causa principal del mal en el mundo es Satanás. ¿Por qué? Él fue un ángel, el cual no permaneció firme ante la verdad, e hizo que el pecado surgiera en el mundo, por medio de una rebelión en el Edén, y Jesús le llamó inicuo y el gobernador del mundo. De hecho, muchas personas gozan al saltarse las leyes de Dios, y eso es igual a seguir a Satanás.

¿Qué debemos hacer en los momentos difíciles según el Salmo 46?

Este salmo empieza con «Dios es nuestro amparo y fortaleza». Esto quiere decir, que el Señor es nuestro único auxilio ante las adversidades. De hecho, es nuestra única fuente de seguridad, en cualquier situación, desde una guerra hasta desastres naturales.

Podemos ver que el Salmo habla de que hemos de volver a Dios, y solo así encontraremos descanso en nuestra alma. También expresa que nuestra seguridad proviene de la fe a Dios, y no de nuestra situación. Menciona que Dios quiere que dependamos de Él, y que la confianza a de estar en Él y no en las cosas, y estar conscientes de que solo a Él le necesitamos.

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